La cocina encuentada de Segovia Sur

Esto va a ser un poco más complicado, pero no difícil ni por supuesto imposible. Resulta que hablar de educar y de niños es sencillo, pero cuando se trata de educar y de adultos, la cosa la pasa a mayores.

Hay dos motivos, uno que los adultos ya estamos educados, para bien o para mal, y otro que nos da una pereza tremenda eso de reeducarnos.

cocina
Teresa Pérez Hernández

La solución es tan sencilla que parece de Perogrullo: seamos niños, intentemos aprender con la misma perspectiva que ellos: el descubrimiento inagotable.
Conocemos prácticamente todo sobre alimentación, o eso creemos.

¿Acaso no es cierto que hay que comer poco y a menudo? ¿No es la «dieta mediterránea» la mejor del mundo? ¿No es verdad que hay que comer mucha fruta y beber mucha agua? …

 

 

Podríamos seguir escribiendo tópicos un buen rato, pero hay algo más educativo. Escribid en un papel en qué consiste la dieta mediterránea y cómo la practicáis; seguramente después de hacerlo os daréis cuenta de lo poco que sabemos, en general, sobre el tema; eso sí, nos sentimos encantados de vivir en un país en el que el aceite de oliva es relativamente asequible, aunque más de la mitad de las veces utilicemos para cocinar otras grasas y no tengamos ni idea de la temperatura ideal para freír un alimento.

La Cocina Encuentada de Segovia Sur
CON LOS CINCO SENTIDOS

Tienes un libro muy interesante en las manos y encima te ha salido gratis. Míralo, tócalo, escucha a sus personajes reales y a los de ficción, olfatea sus páginas en busca de ese plato que puedes cocinar esta misma tarde porque los ingredientes los tienes a mano, son los de siempre, los de tu tierra. Y tómate tu tiempo en saborear el plato final. A ser posible procura rodearte de buena compañía, los que no levantan mucho más de un metro son los mejores.